jueves, 8 de julio de 2010

El mandala una sanación al Espiritu






La mitología egipcia describe al cosmo como un redondel sin costuras antes que comenzara el tiempo. Dentro de este círculo estaban Nut, la diosa del cielo, y Geb, el dios de la tierra. Unidos uno al otro, cuando este círculo se aflojo, los padres del mundo se separaron y pusieron a andar el tiempo, la creatividad y la conciencia.

Las imágenes de los mandalas muestran mansiones divinas que contienen deidades (budas), rodeadas por jardines, montañas, lagos, árboles, y seres divinos, legendarios o históricos. Las fronteras de este universo están selladas contra toda influencia negativa por anillos de fuego. Estos mandalas de arquitecturas palaciegas generalmente consisten de un círculo interno que contiene a la deidad principal, contenida en un palacio cuadrado de varios niveles, con aperturas a los cuatro puntos cardinales.

El palacio se sitúa en un círculo y fuera de éste pueden encontrarse figuras adicionales. Todas las deidades budistas están reunidas en clanes encabezados por cinco budas. Cada clan ejemplifica un tipo de sabiduría y está asociado con un cierto tipo de personalidad, con un ritual específico, con un color y se le asocia a uno de los cuatro puntos cardinales o el cenit
Cada objeto del palacio tiene un significado, representa algún aspecto de la sabiduría o recuerda al que medita de un principio que lo guía. Cada tipo de mándala enseña una lección distinta.

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